Existe una relación entre el planeta tierra o Gaía y cada uno de los seres humanos que habitamos en él. Si llegamos a entenderlo podemos interactuar más con él y podrá darse una sanación mutua. Como humanos cuidaríamos el planeta y sus ecosistemas y seres vivos que lo habitan. También en Gaía el ser humano puede encontrar todo lo que necesita para su bienestar físico, mental, espiritual y psicológico.

Estamos pasando por tiempos de gran cambio en todos los niveles y escalas, y nuestro ser interior y exterior, está pasando por circunstancias de la vida, con alta demanda para tener equilibrio, físico, mental espiritual y psicológico. Afrontar dichas circunstancias nos exige, tener ciertas claridades, respecto a nuestra coherencia con: ser, hacer, estar y tener. Para lograr lo anterior debemos, escuchar nuestro corazón; no queriendo decir con ello, como cree el común de la gente, que somos sentimentales, partiendo de que la razón es lo único que vale.

Es hora de entender con los avances logrados por la ciencia, que nuestro corazón es otro cerebro y funciona en el plano real interconectado con el cerebro como órgano. Ello permite que cuando actuemos, tengamos la necesaria coherencia, ya que no podemos tener parámetros de comportamiento que nos convierta en máquinas o autómatas.

Tenemos que introyectar en cada uno, la posibilidad inmediata de ser seres, con potencialidades de movimiento de energía y luz, intrínsecas, que posibilitan una forma de observación del mundo, diferente a lo que antes fue y a  la vez con mayores posibilidades de modificar, nuestro entorno y nuestro ser interior, empezando primero por lo interno.

Llegando al punto mencionado anteriormente, es pertinente tocar el punto álgido de este presente en todo el planeta, donde lo urgente es, si aún no lo hemos hecho, que sanemos nuestros corazones,, dejando atrás como cuenta saldada, todo lo que sucedió y altero nuestro existir, para así poder dar comienzo, a una nueva vida, llena de esperanza y abundancia.

Sin embargo, parece que todo estuviera revuelto y lleno de dolor y salen hacia afuera todas las inconformidades y todas las quejas desde lo personal y colectivo. ¿Qué hacer? ante semejantes circunstancias, que aparentemente nos hablan de una catástrofe dentro del ser humano, además de las existentes a nivel físico en el planeta tierra.

Es hora de echar mano de todos los recursos internos disponibles, en nuestro ser, físico, emocional, mental y espiritual, apoyándonos en lo que ofrece la física cuántica, con la creación de nuevas realidades a través del pensamiento, la palabra y el sentimiento. Poner en acción la coherencia del corazón, que implica darle fuerza al sentimiento que sale del corazón, a través de nuestros pensamientos y sentimientos.

Al respecto el autor Gregg Braden, en su libro Códigos de Sabiduría dice: “La biología y la neurociencia han demostrado que la estructura del lenguajes, las palabras que pensamos y hablamos, pueden modificar la forma en que se conectan las neuronas del cerebro y del corazón.”

Es así, como la propuesta desde el corazón es: invitar a todos los seres del planeta que quieran contribuir en la formación del futuro que deseamos, para crear con toda nuestra intencionalidad de alma, una resonancia dirigida a todo el planeta y los seres que lo habitamos con, la luz, la palabra y el pensamiento. Claramente llenamos de luz dorada, sentimientos de amor y armonía, que permitan el equilibrio de todos los seres humanos y no humanos. Pedimos que queremos vivir en relaciones armoniosas, llenas de abundancia y amor. Y solicitamos que así sea y que cada uno cumplamos con nuestra parte.

 

Cecilia Inés Zapata López

Terapeuta Holística. Con formación en Medicina Tradicional China, Esencias Florales y Trabajo Social.

Mayo 11 de 2021

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